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lunes, mayo 07, 2007

Estrenaron el documental "Paris Marsella"

Las experiencias que Julio Cortázar volcó en su libro "Los autonautas de la cosmopista", que escribió en 1982 durante un viaje por una autopista francesa, fueron reeditadas por Sebastián Martínez en el documental "París Marsella", que se estrenó ayer en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba).



Inspirado en aquel libro que Córtazar escribió durante un viaje de 33 días por una autopista francesa junto a su mujer, Carol Dunlop, Martínez repitió 20 años después -también en compañía de su esposa, Victoria Simon, que estaba embarazada- el mismo recorrido entre París y Marsella. Esta road-movie documental que Martínez realizó como una suerte de homenaje y continuación de aquella aventura lúdica emprendida por Cortázar, se estrenó el sábado y se verá todos los sábados y domingos de mayo, y el primer fin de semana de junio, siempre a las 17, en la avenida Figueroa Alcorta 3415 de la Capital Federal. "Al principio quería armar un testimonio de lo que había sido ese viaje, pero luego empezamos a trabajar en el proyecto y surgió la idea de ponerse la mochila al hombro y repetir la experiencia.
De un mero testimonio se convirtió en una aventura al repetir el mismo viaje 20 años más tarde", indicó a el realizador. Martínez, que en aquel momento vivía en Europa -estudiaba cine en Francia en París 8 y en España en la Universidad Pompeu Fabra-, comenzó el rodaje en agosto de 2002 con la idea de seguir al pie de la letra las mismas reglas que Cortázar y su mujer se habían impuesto antes de viajar. Según ese manual de aventura, él y su esposa debían recorrer -al igual que Cortázar y Dunlop 20 años antes- los 800 kilómetros que separan París de Marsella en 33 días, deteniéndose en todos los paraderos, sin salir ni una sola vez de la autopista.
"Queríamos cumplir con esas reglas, pero debimos romperlas por distintas circunstancias. Primero, por un intento de robo que nos obligó a buscar un hotel fuera de la carretera, y luego por la fatiga, que nos obligó a terminar la experiencia unos días antes", confesó Martínez.
"Nos lo tomamos bastante en serio, pero como buenos copiones no haberlo podido realizar me parece que es justo. Intentar hacerlo y casi lograrlo fue mejor homenaje que haberlo hecho al pie de la letra", agregó el cineasta, que se ocupó junto a su mujer de la imagen y el sonido.
Lo que ambos se proponían, recordó, era "tratar de capturar ciertas situaciones con personajes en un ámbito tan especial como una autopista, un lugar no habitual para conocer gente, y obligarse a estar en un territorio inhóspito y hostil". "Queríamos trabajar con lo cotidiano y con esos encuentros fugaces que no duraban más de diez o quince minutos", señaló el realizador, que entrevistó a camioneros, hombres solitarios, empleados de la autopista y otras personas que transitaban por allí.
Según Martínez, el libro de Cortázar "es un juego permanente, es un libro documental. Algo muy interesante es que él y su mujer son protagonistas, pero también hay lugar donde Cortázar le abre las puertas a la ficción". "Mientras para ellos fue un momento de ocio, una celebración y unas vacaciones que llevaron a cabo y tenían planeadas desde hace mucho tiempo, para nosotros fue en muchos momentos un trauma, porque viajábamos embarazados -de Mora, su hija de cuatro años- y no podíamos sentirnos a gusto", recordó.
La aventura que Cortázar y Dunlop realizaron por esa autopista francesa posee también el carácter de una despedida, ya que ella falleció 4 meses después del viaje y Cortázar lo hizo 10 meses después de la muerte de su esposa.

fuente: infoRegion

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jueves, abril 19, 2007

Los libros y Cortázar

"Los libros no se agotan en el análisis: hay que vivirlos"
(Julio Cortázar)

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martes, marzo 27, 2007

Instrucciones para dar cuerda al reloj

Un anuncio de autos ha "resucitado" la voz de Cortázar, que aparece como voz en off, leyendo sus "instrucciones para dar cuerda al reloj".

A continuación mostramos el anuncio y el texto que es leído:



Instrucciones para dar cuerda al reloj (Julio Cortázar)

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

Instrucciones para dar cuerda al reloj

Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan.

¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.

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domingo, marzo 18, 2007

París revela el alma de Cortázar con una muestra de su archivo personal

Se trata de la colección que el escritor legó a su ex Aurora Bernardes. Se destacan sus autorretratos, las cartas personales y un raro filme en Super 8.

publicado en clarin.com
María Laura Avignolo PARIS CORRESPONSAL
mavignolo@clarin.com



Más de cuatro mil items revelan en París el mundo interior de Julio Cortázar. Fotos, negativos, diapositivas, cartas manuscritas, reportajes y filmes cuentan una historia íntima que atraviesa Buenos Aires, la ciudad bonaerense de Bolívar, las provincias de Cuyo, Tucumán, Salta, Corrientes, Valparaíso, Montevideo, París, el pueblito francés de Saignon, La Habana, Puerto Mont, Nueva York, India, Venecia, Perugia, Asis y Montreal, en un verdadero parcours de combatant creativo y curioso.

La exposición está basada en los archivos fotográficos personales de Aurora Bernardes, la primera esposa de Cortázar y su heredera universal, que fueran depositados en el Centro Galego de Artes da Image por ella misma en 2005. Se ha repartido en el imponente petit hotel de la Maison de l'Amerique Latine y el Instituto Cervantes de París y será clausurada el próximo 30 de marzo.

El album fotográfico muestra desde su infancia en Suiza, sus primeros años en París, su pasaporte y cédula argentina, su carnet de conductor y del club Gimnasia y Esgrima, y hasta la libreta de profesor de colegio secundario que le permitía viajar con descuento en los trenes de los ferrocarriles argentinos cuando era profesor en Bolívar. Las fotos que tomó de sus viajes a India, Galicia, La Habana son otro punto alto de la muestra.

La muestra está presidida por una espectacular foto de Aurora Bernardes y Cortázar en India, bajo un fondo de tela, tomada por un fotógrafo de la calle. La fecha es 1956. Habían decidido regresar en barco y bajarse en las escalas.

En una postal enviada a sus amigos, Cortázar describió divertido la escena: "Los fotógrafos están instalados en la calle, con su telón de fondo. Parece un novio de provincia. Yo quise hacer lo mismo pero no pude aguantar la risa viendo a los 50 hindúes que nos rodeaban estupefactos".

Fotografiada con infinita ternura por Cortázar, Aurora aparece como una figura delicada, etérea, pequeña y elegante a lo largo de la toda la muestra. Ella también ha sacado fotos de él y se lo ve ya con su clásico impermeable beige; sus sueters de cachemira; tecleando frente a la ventana sobre su máquina de escribir o posando en los puentes de la Rive Gauche de París o en su departamento de la rue St. Honore.

También se exhiben los anteojos, su máscara africana y fotos con otros personajes. Con Octavio Paz en la India y con Alejo Carpentier; con Italo Calvio y la viuda de Salvador Allende ingresando a la asunción de Francois Mitterand a la presidencia francesa. No falta registro de un viaje con Mario Vargas Llosa; una carta emocionante a Luis Buñuel, que sería su amigo después y a quien le confiesa que no es buen contertulio y sus fotos a bordo del barco Belgrano, en un viaje entre Buenos Aires y Marsella en 1958.

Resuta un tesoro aparte el epistolario. Están las cartas personales que Cortázar mandó en 1942 a sus amigos de Chivilcoy Mercedes Arias y Luis Gagliardi. Otras dan cuenta de su periplo: cartas enviadas desde Irán, la India, Galicia.

"Yo detesto las cartas literarias, cuidadas, preparadas, copiadas y reproducidas" advierte Cortázar en una carta a Gagliardi."Yo me siento delante de la máquina de escribir y yo dejo correr los pensamientos".

Así, en una larga carta fechada en 1964 le escribe a su amigo, el editor Paco Porrúa sobre el valor del trabajo y su valorización del tiempo libre, cuando ya trabajaba para la Unesco.

"Lo malo del sistema capitalista del trabajo (y peor en el sistema socialista) es que parece que parten del supuesto que el tiempo libre no sirve para nada. Me acuerdo que mi primer patrón en París me anunció que me doblaba el sueldo si yo iba a trabajar todo el día en vez de medio día. Cuando me negué, me preguntó: '¿Pero usted para que quiere medio día libre?'..El hombre no entendió que entre la guita y el tiempo libre yo elegía el tiempo libre".

Cortázar también le cuenta al editor Porrúa su conmovedor encuentro en la Unesco nada menos que con Jorge Luis Borges.

"Ay, Cortázar, a lo mejor, no? ¿Usted se acuerda, no? que yo le publiqué casi seguro en aquella revista. ¿Cómo se llamaba esa revista?" le había dicho Borges al verlo. "Yo casi no podía hablar, por el grado de idiotez en que llego en momentos así. Pero me emocionó tanto que se acordara con orgullo de chico de ese trabajo de pionero que había hecho conmigo" escribió Cortázar recordando el encuentro.

Sigue el archivo. Cortázar bajo la lente del famoso fotógrafo Pepe Fernández o la de Antonio Gálvez. O sus propios tomas de La Muñeca Rota o de la poética Prosa del Observatorio, donde se observa una sensibilidad obsesiva por la naturaleza humana y la arquitectura como paisaje.

Un film suyo en Super 8 totalmente desconocido por el público muestra a Cortázar en un nuevo territorio creativo. A sus propias creaciones se suman las obras de sus amigos de París como los pintores argentinos Julio Silva, Luis Tomasello, Alechinsky y los españoles Antonio Saura, Luis Seoane y Leopoldo Novoa.

No faltan, claro está, fotos con su gato y con su compañera Carol Dunlop hacia 1982.

Cortázar Básico


BRUSELAS 1914-PARIS 1984

ESCRITOR

Vivió en la Argentina desde los cuatro años. Se recibió de maestro y enseñó en escuelas de las localidades bonaerenses de Bolívar y Chivilcoy. En 1938, con el seudónimo de Julio Denis, publicó su primer volumen: un libro de poemas. Su primer libro de cuentos, Bestiario, se publicaría en Buenos Aires recién en 1951, el mismo año en el que partió hacia Francia. Su obra marcó decisivamente a la generación de 1960 y permanece entre la más influyente de Latinoamérica. El cuerpo fundamental de su escritura y estilo hay que buscarlo en estos títulos: Final de juego (1956), Las armas secretas (1959), Los premios (1960), Historias de Cronopios y de Famas (1962), Rayuela (1963) y 62/Modelo para armar (1968).

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lunes, marzo 12, 2007

Comercio (Famas de Cortázar)


Los famas habían puesto una fábrica de mangueras, y emplearon a numerosos cronopios para el enrollado y depósito. Apenas los cronopios estuvieron en el lugar del hecho, una grandísima alegría. Había mangueras verdes, rojas, azules, amarillas y violetas. Eran transparentes y al ensayarlas se veía correr el agua con todas sus burbujas y a veces un sorprendido insecto. Los cronopios empezaron a lanzar grandes gritos, y querían bailar tregua y bailar catala en vez de trabajar. Los famas se enfurecieron y aplicaron en seguida los artículos 21, 22 y 23 del reglamento interno. A fin de evitar la repetición de tales hechos.
Como los famas son muy descuidados, los cronopios esperaron circunstancias favorables y cargaron muchísimas mangueras en un camión. Cuando encontraban una niña, cortaban un pedazo de manguera azul y se la obsequiaban para que pudiese saltar a la manguera. Así en todas las esquinas se vieron nacer bellísimas burbujas azules transparentes, con una niña adentro que parecía una ardilla en su jaula. Los padres de la niña aspiraban a quitarle la manguera para regar el jardín, pero se supo que los astutos cronopios las habían pinchado de modo que el agua se hacía pedazos en ellas y no servía para nada. Al final los padres se cansaban y la niña iba a la esquina y saltaba y saltaba.
Con las mangueras amarillas los cronopios adornaron diversos monumentos, y con las mangueras verdes tendieron trampas al modo africano en pleno rosedal, para ver cómo las esperanzas caían una a una. Alrededor de las esperanzas caídas los cronopios bailaban tregua y bailaban catala, y las esperanzas les reprochaban su acción diciendo así:
¡Crueles cronopios cruentos!. ¡Crueles!
Los cronopios, que no deseaban ningún mal a las esperanzas, las ayudaban a levantarse y les regalaban pedazos de manguera roja. Así las esperanzas pudieron ir a sus casas y cumplir el más intenso de sus anhelos: regar los jardines verdes con mangueras rojas.
Los famas cerraron la fábrica y dieron un banquete lleno de discursos fúnebres y camareros que servían el pescado en medio de grandes suspiros. Y no invitaron a ningún cronopio, y solamente a las esperanzas que no habían caído en las trampas del rosedal, porque las otras se habían quedado con pedazos de manguera y los famas estaban enojados con esas esperanzas.

De Historias de Cronopios y de Famas, Julio Cortázar (1962)

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domingo, marzo 04, 2007

García Márquez, el hijo del telegrafista

Este 6 de marzo alcanza los 80 años de vida en un ambiente de celebraciones

Nació en el pequeño pueblo de Aracataca, en la zona bananera colombiana.


4-Marzo-07 (Fuente: Milenio/EFE)
García Márquez, Gabo, Gabito, GGM y el hijo del telegrafista son algunos de los nombres con los que se conoce al escritor colombiano que cumple este 6 de marzo 80 años de vida y que muchos consideran uno de los más grandes de la lengua española.

Gabriel José de la Concordia, que sería premio Nobel de Literatura en 1982, nació el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, un pueblo de la tórrida zona bananera del Caribe colombiano.

Su padre, Gabriel Eligio, había sido enviado como telegrafista y el futuro escritor, el mayor de una docena de hijos legítimos, pasó sus primeros años con sus abuelos, que serían más tarde personajes de sus obras.

En su niñez, rodeada de mujeres, el abuelo fue el principal amigo, hasta cuando la familia lo envió a estudiar bachillerato en Zipaquirá, en la lúgubre y fría altiplanicie andina.

Después comenzó estudios de Derecho en Bogotá, donde devoró libros y trabajó en los diarios El universal, de Cartagena; El heraldo, de Barranquilla, y El espectador, de Bogotá.

Por esa época animó en la tropical Barranquilla ?La cueva?, un círculo bohemio del que formaron parte, entre otros, el pintor Alejandro Obregón, el escritores Alvaro Cepeda Samudio y José Félix Fuenmayor y el crítico Germán Vargas, ya fallecidos, alrededor del librero Ramón Vinyes, ?el sabio catalán?.

Sus influencias fueron las obvias para su generación, entre ellas William Faulkner y Ernest Hemingway.

Su primer libro fue La hojarasca (1955) y después siguieron La mala hora (1961), El coronel no tiene quien le escriba (1962), Cien años de soledad (1967), La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada (1972), Cuando era feliz e indocumentado (1973), Ojos de perro azul (1974) y El otoño del patriarca (1975).

Después, Crónicas y reportajes (1976), Crónica de una muerte anunciada (1981), El amor en los tiempos del cólera (1985), El general en su laberinto (1989, narración ficticia sobre el ocaso de Simón Bolívar), Del amor y otros demonios (1994), Noticia de un secuestro (1996), Vivir para contarla (primer tomo de memorias, 2002) y Memoria de mis putas tristes (2004).

García Márquez, que ya se había casado con Mercedes Barcha, se fue a vivir a Barcelona, donde conoció a la agente literaria Carmen Balcells, que fue una especie de ?Mamá Grande? para él y otros escritores latinoamericanos, parodiando el título de uno de sus primeros cuentos.

El colombiano perteneció al ?boom? latinoamericano que irrumpió en Europa en la década de 1960, junto al argentino Julio Cortázar, el mexicano Carlos Fuentes y el peruano Mario Vargas Llosa -de quien fue amigo entrañable antes de una sonada ruptura-, entre otros.

García Márquez vivió también en París y en México, donde escribió su obra cumbre, Cien años de soledad, publicada en Buenos Aires en 1967 luego de varios rechazos editoriales.

A esas alturas, su hogar había crecido con la llegada de sus dos hijos, Rodrigo, ahora director de cine, y Gonzalo, diseñador y pintor.

Con la fama nació la leyenda sobre sus amigos, el líder cubano Fidel Castro, escritores como el británico Graham Greene y el checo Milan Kundera, el presidente francés Francois Mitterrand y el hombre fuerte de Panamá, Omar Torrijos, ya fallecidos; y ahora el ex presidente estadounidense Bill Clinton.

El escritor había dicho meses antes de ganar el Nobel que la fama le estorbaba y que detestaba ser ?un espectáculo público?.

Cien años de soledad sumaba 30 millones de ejemplares impresos y era traducida a 35 idiomas y el escritor seguía trabajando en rígidas jornadas de 9 de la mañana a 3 de la tarde.

Pero el autor dijo que nunca olvidaba ?que en la verdad de mi alma no soy nadie ni seré nadie más que uno de los dieciséis hijos del telegrafista de Aracataca?.

Los críticos resaltan entre lo negativo de García Márquez cierto lenguaje altisonante y su simpatía por el socialismo, con gestos como ceder a un partido izquierdista venezolano el premio Rómulo Gallegos que ganó en 1972.

Otros críticos aventuran todo tipo de teorías sobre el mundo garciamarquiano, su tiempo y espacio y el realismo mágico, pero el autor se ríe de esos ?pontífices? que corren ?el riesgo de decir grandes tonterías?.

Jaime, uno de sus hermanos dice que ?la gente en el mundo ve en Gabo a un mito viviente, pero sus familiares perciben en él la misma sencillez de siempre?.

García Márquez, que vive en Ciudad de México, fue sorprendido hace siete años por un grave diagnóstico médico y alcanzó a circular en Internet un mensaje un tanto místico que lo hacía aparecer despidiéndose de sus amigos.

García Márquez manifestó entonces que, más que la enfermedad, lo podía matar la vergüenza de que alguien creyera que escribió ?una cosa tan cursi?.

Silueta del Gabo

Es uno de los fundadores del movimiento conocido como el Boom, en el cual participaron también el argentino Julio Cortázar y el peruano Mario Vargas Llosa.

Ha creado una obra periodística y narrativa diversa, en la que se cuentan grandes y pequeñas obras, destacando entre todas la novela Cien años de soledad.

La novela más importante de Gabriel García Márquez fue escrita en México y llegaría a ser publicada por primera vez en Argentina, en el año 1967. Hoy sigue editándose.



Bogotá ? EFE

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