En el año 1992 Eloy Tizón publicó Velocidad de los jardines con Anagrama. El País lo eligió como uno de los 100 libros españoles más significativos de los últimos 25 años y durante este tiempo ha seguido reeditándose gracias a la insistencia de los lectores, hasta convertirse en un libro de culto entre los amantes del relato. Eloy es considerado además uno de los mayores exponentes de la narrativa breve europea actual, entre muchas otras cosas porque su literatura se incluyó en la antología Best European Fiction, con selección de Aleksandar Hemon y prólogo de John Banville. Autor de tres novelas, tres libros de relatos y un ensayo, además de escribir ficción, colabora regularmente en prensa y es editor y formador. Y también es, desde la apertura de Hotel Kafka, nuestro profesor del taller de Relato Breve.

A su dilatada experiencia y al placer que supone leer sus ficciones, debemos añadir su maestría para convertir un taller de escritura en un espacio relajado en el que los participantes aprenden, escriben y exponen sus dudas con una cierta red de protección que convierte cada clase en un estímulo para la creación.

Fiel al principio de Hotel Kafka de ofrecer una formación eminentemente práctica, en sus clases imparte una teoría muy pegada a la práctica, en busca de ofrecer las técnicas que resulten más útiles a escritores y creadores. Los temas que se tratan son los fundamentales de la narrativa breve, desde lo más general hasta aprender a seguir trabajando cuando ya existe una primera versión de un texto. Semanalmente se entrega a los alumnos un cuadernillo elaborado por Eloy que recoge un amplio abanico de textos de autores, tanto de naturaleza teórica como fragmentos o relatos completos, que exponen diferentes puntos de vista sobre los temas tratados durante las diez clases y que ofrecen una visión lo más rica posible.

En cada clase también hay un espacio dedicado a la lectura y comentario de los textos que los alumnos han escrito en su tiempo libre, siguiendo la propuesta de escritura de Eloy. Probablemente una de las partes más enriquecedoras del taller, ya que se invita a experimentar con la escritura de cada uno, a aceptar ciertos retos y tomar caminos sin señalizar, sin miedo al error y con la gratificación de poder presentar los textos al grupo para recibir una serie de opiniones, tanto del profesor como del resto de compañeros, que permiten a su autor seguir trabajando en ellos.

Si buscas un taller para disfrutar de un tiempo agradable y provechoso, en el que sentirte cómodo mientras aprendes y en un entorno muy participativo en el que se fomenta el intercambio de opiniones, sin duda es el taller de Relato breve.

Eloy Tizón dijo una vez que «La vida, desde el punto de vista narrativo, está mal redactada». Al menos, con su ayuda, podrás aprender a dominar el espacio literario.

 

Relato breve