Cuenta Mariano Peyrou en su libro Tensión y sentido: una introducción a la poesía contemporánea que «A partir de un uso del lenguaje que no es del todo racional, se puede movilizar algo irracional en el lector. Irracional pero —o por ello— importante, constitutivo». Esa sensación reconocible es la que buscamos constantemente de una manera natural, aunque siempre esperando que el hallazgo tenga algo de inesperado. Nos gusta que nos sorprendan, que sucedan realidades a nuestro alrededor que nos distraigan y nos saquen de zonas que nos incomodan, o en las que estamos demasiado acomodados.
La poesía, pese a ser una de las artes que más complicada se percibe, es la más libre y consentidora de todas. No tiene nada que ver con el conocimiento científico, sus reglas fijas son escasas y el único imperativo consiste en conocer las convenciones del lenguaje y su gramática para luego, inmediatamente después, renunciar a ellas. Tanto en el acto de su lectura como de su escritura, la aproximación a ella te permite adentrarte en la experiencia estética: vivir emociones inéditas, reflexionar sobre ideas sugeridas y, sobre todo, entender mejor el mundo y buscar nuevas maneras de expresarte.
Mariano Peyrou te ofrece la posibilidad de leer, mirar y pensar de un manera distinta. En el taller de Poesía vas a aprender a poner en movimiento las palabras y abordar ciertos problemas que surgen a la hora de leer y escribir un poema. Haciendo uso del género, acercándote tanto a sus clásicos como a sus exponentes contemporáneos, descubrirás en la práctica a liberarte de trabas y a establecer tu propia técnica para jugar con recursos sonoros, retorcer la sintaxis, cambiar el significado de las palabras y movilizar, de una manera estética, a todo aquel que te lea.
Aprender a leer y escribir poesía no solo significa adquirir capacidades para expresarte a través del lenguaje, es también toda una experiencia sensorial que durante ocho semanas, cada uno de los días, vas a experimentar a través de una triple sorpresa: la sorpresa de desvelar o completar las claves de cualquier poema, la sorpresa de descubrirte empleando las palabras de maneras que nunca antes habías probado y la sorpresa del receptor al leerte.
Necesitas sorpresas. Necesitas poesía.
Nos vemos en clase.